martes, 22 de octubre de 2013

Noche de Sofá. Phillip Morris ¡Te quiero!

Me declaro fan absoluta de Jim Carrey. Me encanta. Hace papeles sorprendentes, y no hablo de la máscara o Dos tontos muy tontos. Hablo de Olvídate de mí, El número 23, El show d Truman o Man on the moon. Excelentes películas que sin duda están en mi lista de favoritas. Así pues cuando tuve la oportunidad de ver Phillip Morris ¡Te quiero! Ni me lo pensé. Hacía tiempo que tenía ganas de verla.

¿De qué va? Pues al principio parece que es una película de temática homosexual sobre un hombre que no solo ama a otro si no que está obsesionado. La verdad es que esto es uno de los pocos defectos que veo en esta película. Hasta el último segundo no ves de lo que va. La primera parte estás “despistado” y crees que ves una comedia romántica de manual (que sea homosexual a mí me resulta indiferente).
Pero en verdad va de un hombre que puso en jaque y en ridículo al estado de Tejas (EEUU) con sus múltiples escapismos de la cárcel por su estafas y robos de dinero. Está basado en hechos reales y, aunque la historia de sus delitos y fugas es impresionante, la película se centra en sus relaciones humanas con su familia y en especial con su pareja Phillip Morris.

En verdad, cuando terminas de verla no puedes encajarla en la comedia, porque es triste, y según lo vas reflexionando se hace más y más triste. La trama se narra muy artificialmente como si no se lo tomaran en serio, llevando a los personajes al extremo del ridículo y la broma. A veces incluso se centran en cosas que finalmente resulta que, para el mensaje de la película, era totalmente innecesario. De hecho, pensándolo bien, a mí nunca se me hubiera ocurrido contar esta historia, basada en hechos reales, como ya he dicho, de esta manera tan peculiar.

Esta forma de contar la película es lo que la hace especial y diferente. NO es una película seria que hace que reflexiones sobre el sistema judicial y penitenciario desde el principio, lo enfoca todo de una manera diferente, de una forma loca y divertida sin olvidarse del mensaje final. El enfoque mola parece un cuento de amor una historia irreal del poder del amor, pero llevada de forma extrema.

Sobre la parte actoral hay que reconocer que Jim Carrey y Ewan McGregor llevan todo el peso sobre sus hombros y lo hacen genial. Son creíbles dentro de que sus papeles son extremos y paródicos. Son el alma de la película y aunque sea en versión cómica no resulta insultante ni fuera de lugar en ningún momento. Rodrigo Santoro no está mal, pero no consigue destacar entre los dos actorazos principales al igual que Leslie Mann, que está bien pero su papel en la película acaba resultando totalmente irrelevante.

De verdad que la película es genial. Destinada a ser de culto.



No hay comentarios:

Publicar un comentario