Me declaro fan absoluta
de Jim Carrey. Me encanta. Hace papeles sorprendentes, y no hablo de la máscara
o Dos tontos muy tontos. Hablo de Olvídate de mí, El número 23, El show d
Truman o Man on the moon. Excelentes películas que sin duda están en mi lista
de favoritas. Así pues cuando tuve la oportunidad de ver Phillip Morris ¡Te
quiero! Ni me lo pensé. Hacía tiempo que tenía ganas de verla.
¿De qué va? Pues
al principio parece que es una película de temática homosexual sobre un hombre
que no solo ama a otro si no que está obsesionado. La verdad es que esto es uno
de los pocos defectos que veo en esta película. Hasta el último segundo no ves
de lo que va. La primera parte estás “despistado” y crees que ves una comedia
romántica de manual (que sea homosexual a mí me resulta indiferente).
Pero en verdad va de un hombre que puso en jaque y en ridículo al estado de Tejas (EEUU) con sus múltiples escapismos de la cárcel por su estafas y robos de dinero. Está basado en hechos reales y, aunque la historia de sus delitos y fugas es impresionante, la película se centra en sus relaciones humanas con su familia y en especial con su pareja Phillip Morris.
Pero en verdad va de un hombre que puso en jaque y en ridículo al estado de Tejas (EEUU) con sus múltiples escapismos de la cárcel por su estafas y robos de dinero. Está basado en hechos reales y, aunque la historia de sus delitos y fugas es impresionante, la película se centra en sus relaciones humanas con su familia y en especial con su pareja Phillip Morris.
En verdad, cuando
terminas de verla no puedes encajarla en la comedia, porque es triste, y según
lo vas reflexionando se hace más y más triste. La trama se narra muy
artificialmente como si no se lo tomaran en serio, llevando a los personajes al
extremo del ridículo y la broma. A veces incluso se centran en cosas que
finalmente resulta que, para el mensaje de la película, era totalmente
innecesario. De hecho, pensándolo bien, a mí nunca se me hubiera ocurrido
contar esta historia, basada en hechos reales, como ya he dicho, de esta manera
tan peculiar.
Esta forma de
contar la película es lo que la hace especial y diferente. NO es una película seria
que hace que reflexiones sobre el sistema judicial y penitenciario desde el
principio, lo enfoca todo de una manera diferente, de una forma loca y
divertida sin olvidarse del mensaje final. El enfoque mola parece un cuento de
amor una historia irreal del poder del amor, pero llevada de forma extrema.
Sobre la parte
actoral hay que reconocer que Jim Carrey y Ewan McGregor llevan todo el peso
sobre sus hombros y lo hacen genial. Son creíbles dentro de que sus papeles son
extremos y paródicos. Son el alma de la película y aunque sea en versión cómica
no resulta insultante ni fuera de lugar en ningún momento. Rodrigo Santoro no
está mal, pero no consigue destacar entre los dos actorazos principales al
igual que Leslie Mann, que está bien pero su papel en la película acaba
resultando totalmente irrelevante.
De verdad que la
película es genial. Destinada a ser de culto.
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